CGAL obtuvo mediante proceso de licitación la construcción del Tramo II de la autopista Durango-Mazatlán. Este subtramo cuenta con una longitud de 10.3 km de carretera tipo A, entre los kilómetros 158+080 y 168+400, incluye 15 túneles: siete de cuatro carriles, con una longitud total de 2.36 km, y los ocho restantes de dos carriles, con una longitud total de 2.14 km, sumando un total de 4.5 km, así como 11 puentes: nueve de cuatro carriles, con dos puentes especiales entre ellos, el Guamúchil II y el Carrizo (puente atirantado), y dos de dos carriles, conformando una longitud total de 2.5 km. Por último se incluyeron obras de terracería, drenaje, pavimentación de concreto asfáltico, trabajos complementarios y señalamiento.
La complicada topografía de la región obligó a que la obra presentara una densidad de 70% de estructuras (túneles y puentes). Esto convierte la construcción del Tramo II de la autopista Durango-Mazatlán en una de las obras de ingeniería carretera más importante de México, además de que disminuirá el tiempo total de recorrido de seis horas a dos y media, integrando de esta manera el noroeste del país.
Adicionalmente, la culminación del proyecto carretero Durango-Mazatlán llevará a una mejora notoria en la vida económica del país, ya que permitirá el cruce de mercancías y personas desde el puerto de Mazatlán hasta los puertos de Houston, Altamira o Galveston, con gran rapidez y bajo costo, lo que brindará la posibilidad de establecer nuevas zonas industriales o expandir las ya existentes; facilitará el desarrollo de la producción de bienes a gran escala, en virtud de la facilidad de su transportación, y conllevará a la creación de nuevos empleos, lo que se traducirá en un inevitable crecimiento económico de las zonas beneficiadas con este proyecto. Conjuntamente impactará el cuidado del medio ambiente al disminuir las emisiones de combustibles fósiles por sus características de trazo y pendientes de altas especificaciones.